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viernes, 6 de abril de 2012

La Audiencia absuelve a un hombre condenado a prisión por enviar mensajes a su ex pareja

Viernes, 6 de Abril, 2012
Había sido condenado por un delito de coacciones leves
La Audiencia de Castellón ha absuelto a un hombre condenado a tres meses de prisión por un delito de coacciones leves por enviar 24 mensajes de móvil a su expareja a lo largo de seis meses, al considerar que no eran intimidatorios. La sentencia ahora revocada condenaba al acusado a tres meses de prisión y siete meses de privación al derecho de tenencia de armas por un delito de coacciones leves.
El fallo de primera instancia también prohibía al hombre acercarse a menos de 200 metros de su expareja y a comunicarse con ella por cualquier medio durante un año y tres meses, al tiempo que le absolvía de un delito de maltrato psíquico. El acusado mantuvo una relación de varios años con la denunciante que finalizó en 2007, momento en el cual el imputado, "con la finalidad de privar a su expareja de la tranquilidad y sosiego en la vida diaria", empezó a enviarle de manera constante mensajes al móvil, según señalaba el juez.
En esos mensajes, el acusado le decía que la seguía queriendo y que la echaba de menos, le instaba a contestar y la acusaba de tratarle "como una puta mierda". "Dile a tu chulo de putas que la próxima vez que se pase por mi lado y se ría en mi cara no lo reviento, sino que lo mando al otro lado" y "No juegues que al final te quemas" son algunas de las frases que la víctima recibió en su móvil.
Ahora la Audiencia Provincial ha revocado esa resolución al considerar que no se dan en los hechos los factores para incurrir en una coacción penal, "ya sea leve o grave". En este sentido, indica que las coacciones penales precisan de una "conducta violenta de contenido material o intimidatoria" que exista "ánimo de restringir la libertad ajena" y "una ilicitud del acto".
El tribunal indica que los 24 mensajes de texto fueron remitidos "en un amplio margen de tiempo", de unos seis meses, y que en ellos "no se describe" un ánimo de imponer o tratar de impedir una determinada conducta a la denunciante. Recuerda que varios de los mensajes son "añorantes o cariñosos" y otros son muestra "de rabia y frustración por la decepción de no ver receptiva a la persona querida", "pero en todo caso con contenido equívoco para una intención supuestamente intimidante".
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/05/castellon/1333578640.html

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