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lunes, 9 de abril de 2012

Hijos como botín de guerra

Lunes, 9 de Abril, 2012
Las separaciones o divorcios suelen tener como víctimas principales a los chicos. Es por eso que profesionales y funcionarios sanjuaninos tratan el tema en exclusiva para Revista ¡OH!.
La ruptura matrimonial o de parejas constituidas de hecho pueden tener consecuencias insospechadas. Uno de esos casos es el que sucedió recientemente en un country de Buenos Aires, cuando por despecho, una mujer mató a uno de sus hijos, de 6 años de edad, con el fin de hacerle daño a su marido a causa de, supuestamente, haberla dejado por otra mujer. Otro hecho fue el que sucedió durante la semana pasada cuando en Buenos Aires, un hombre arrojó a su mujer desde el cuarto piso de un edificio tras una pelea conyugal. Estos son casos extremos, pero las discusiones en fuerte tono son comunes en esas circunstancias que involucran a la pareja y cuyas consecuencias más duras terminan con los hijos como víctimas. Estos terminan siendo trofeos de esta luchas de poderes para quedarse con ellos o usarlos con el fin de hacerle daño al otro. Con estos antecedentes, profesionales y funcionarios sanjuaninos abordan el tema en exclusiva para Revista ¡OH! Ellos son: la licenciada en Psicología, magister en Familia y Minoridad, Adriana Dumandzic (MP: 162); la abogada, especializada en Mediación Familiar, Valeria Rojo (MP: 3204); el juez de Menores, Guido Ramírez y el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina.
Ante esta problemática, uno de los primeros interrogantes es cómo debe manejar la pareja sus diferencias cuando están los hijos presentes. En ese sentido la licenciada en Psicología, Adriana Dumandzic dice que las diferencias en la pareja cuando están presentes los hijos deberían resolverse a nivel de la palabra. Esto significaría poder tener opiniones diferentes sin que esto implique llegar a niveles de violencia física y/o simbólica, es decir, lo esperable. Según el sentido común, sería en un marco de respeto, sin avasallar al otro u otros presentes como por ejemplo: hijos. También dependería del tema en cuestión, si es algo inherente a la pareja en sí (sexualidad, temas económicos, por ejemplo). Esto debería dirimirse en un ámbito estrictamente privado de la pareja, sin los menores como testigos mudos de temas que sobrepasan la mente en periodo de formación. De todas maneras, los niños y adolescentes perciben los "desencuentros" de los padres, aún cuando ellos hagan "como si nada pasase".
En cuanto a las consecuencias o secuelas que sufren los niños al momento de presenciar peleas verbales y/o físicas de los padres, éstas podrían ser múltiples: Desde una regresión a etapas anteriores del desarrollo, como volver a hacerse pis, en el caso del niño, reacciones febriles a nivel del cuerpo hasta sintomatologías severas del infante, como trastornos de sueño, fobias, conductas autoagresivas, trastornos de aprendizaje, autoagresivas o heteroagresivas, trastornos de la alimentación, adicciones, conductas disociativas, etcétera. También pueden aparecer enfermedades a nivel del cuerpo como dermatitis, alopecia, obesidad, etc.
Es por ello que la mirada debería ser abarcativa de todas las áreas de la conducta en lo social, los problemas de interrelación, como agresión timidez, entre otras.
Como cuestión de base se lesionaría lo inherente a la autoestima; ya que en estos padres habría fallas a nivel de funciones básicas de los cuidados propios de un niño o un adolescente.
Hay parejas que logran acuerdos maduros al separarse y divorciarse; son los "divorcios buenos" descriptos por el doctor Eduardo Cárdenas. Y, volviendo a lo antes mencionado, son padres que logran "resguardar" las funciones básicas de cuidado hacia los hijos.
Al momento en que alguno de los miembros de la pareja se victimiza frente a los hijos para tratar de sacar ventajas, la profesional comenta que la reacciones de los chicos podrían ser también muy variadas. En general es aquí cuando los hijos son "el botín de guerra", pasan a ser "objetos" y no "sujetos" para los adultos, se hace evidente la falla en las funciones maternas y paternas, ya que los menores pasan a ser los cuidadores en la relación de los padres. Se trastocaría la asimetría del vínculo esperable entre padres e hijos, lo cual confirmaría las fallas paterna y materna. Esta modalidad podría indicar trastornos psicológicos y/o psiquiátricos en los padres, los cuales pueden llegar a hechos gravísimos como los de público conocimiento (caso country de Buenos Aires).
Otro de los puntos que son comunes ante la separación es cuando uno de los cónyuges no permite que su ex pareja vea a los hijos. En este caso la profesional dice que no sólo las mujeres no dejan ver a sus hijos, agregaría a los hombres que impiden a las madres ver a sus hijos y/o las madres / padres que no los ven porque "se borran". Aquí se puede hacer mucho desde Salud, detectando cuestiones psicofísicas, pero lo único que regularía esto es el ámbito judicial.
Puede decirse que podría hacer trabajar mancomunadamente desde Salud, Educación y Justicia en prevención primaria para tratar de minimizar las secuelas o los actos violentos. los cual no quita que estas cuestiones desaparezcan, ya que tienen que ver con patologías psicológicas y/o psiquiátricas de base.

Mediación Familiar

La mediación familiar es un proceso de resolución de conflictos de manera no controversial a través del cual el mediador convoca a las partes para que en forma activa y participativa, acompañados o no de sus respectivos letrados, tomen decisiones sobre los temas inherentes al proceso a tratar. Por ej. En un divorcio (si bien la disolución del vínculo es estrictamente judicial) existen otros temas a resolver si hay menores de por medio como tenencia, régimen de visitas, alimentos, distribución de bienes en común, uso de la vivienda familiar y otros; y también a negociar y pactar cómo quieren que se reflejen estos temas en un acuerdo de separación. Así lo define la abogada Valeria Rojo, especialista en este tema.
La profesional explica que en esta situación de divorcio con presencia de menores, la prioridad es tratar de brindar estabilidad a los mismos tratando de preservarlos física, psíquica y emocionalmente. Y tratar en la medida de lo posible que su entorno se modifique lo menos posible. (vivienda, escuela, amistades). Hay situaciones en que hubo violencia entre las partes o por parte de una de ellas solamente, en estos casos las audiencias de mediación son individuales (no conjuntas) y tratando de acordar pautas a seguir que puedan establecer vínculos permanentes y situaciones de seguridad y estabilidad para sus hijos.
En algunos casos denotan con sus preguntas que la prioridad son "sus hijos", en otros casos sólo tiene en miras los bienes materiales y la venganza o sentimientos contradictorios con su pareja y pretenden resolver sus conflictos a través de la manipulación sus hijos.
El Divorcio, como es bien sabido, tiene efectos duraderos sobre los niños, en la mayor parte de los casos.
De los datos extraídos sobre los estudios realizados, se sabe, que en un gran número de los casos, el divorcio, puede conllevar a depresión, ansiedad, problemas de comportamiento en la escuela, así como problemas afectivos en el futuro.
Los hijos de padres divorciados tienen la posibilidad latente de crecer y crear matrimonios que acaben en divorcio, en un porcentaje dos veces superior, al de los niños que vienen de hogares intactos.
No obstante, pese al hecho de que el divorcio es estresante, una vez que la transición inicial ha terminado, una vida sin un entorno abusivo, estresante o sin gritos, hostilidades y enfrentamientos, puede ser un cambio muy positivo.

Consejos

En cuanto a consejos se refiere, el abogado de familia sólo puede asesorar jurídicamente a su cliente y referirse siempre en términos que tengan como prioridad defender los derechos de los menores en cuestión, sin apartarse de leyes y tratados que contemplan dichos derechos. Algunos datos útiles para afrontar la crisis en la pareja pueden ser:

1. Sinceridad y valentía. Sinceridad con uno mismo a la hora de recocer una situación y valentía a la hora de dar los pasos adecuados. La crisis de una pareja es dolorosa y en ocasiones arrastra situaciones muy complejas (hijos, vivienda, familiares, amigos, etc.).
2. Apoyo de familiares y amigos (especialistas llegado el caso). Aparte de los difícil de vivir estos momentos solo / sola, el concurso de familiares y amigos de confianza puede aportar otros puntos de vista a la hora de considerar la crisis y su desarrollo. Llegado el caso también es conveniente recurrir a especialistas en estos temas que nos indiquen caminos y soluciones.
3. Mantener la compostura y buena relación. Especialmente si hay hijos por medio y su educación, sus sentimientos, etc. Aunque la crisis provoque una dolorosa y tensa relación, debe procurarse mantener un cierto equilibrio que lleve a vivir situaciones de conflictividad que hagan más difícil cualquier cuestión a resolver en el futuro vinculada a temas de separación, hijos, etc.
Conclusión personal: "La mejor manera de garantizar los derechos de los hijos es no privando de sus vidas a sus dos padres", dice la profesional.
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=512366

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