Estudiantes de secundaria tienen problemas emocionales

Martes, 10 de Abril, 2012
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Más del 60% de los estudiantes de secundaria de Chihuahua presenta problemas emocionales que derivan en embarazos no deseados, adicciones, intentos de suicidio o el suicidio mismo, lo que significa una estadística alarmante que obliga, tanto a las autoridades educativas como a los padres de familia, a enfocar la atención y los esfuerzos en los adolescentes y encauzarlos, por diversos medios, hacia algo positivo.
Así lo señaló en entrevista María del Carmen Méndez Rey, coordinadora del área de atención psicológica de los Servicios Educativos del Estado quien agregó que es precisamente en esta fase del desarrollo de los jóvenes donde se presentan los picos más altos de la problemática antes referida y que en la mayoría de los casos redunda en un bajo rendimiento y deserción escolar.
Los problemas emocionales de los adolescentes, dice Méndez Rey, generalmente tienen su origen en la disfunción familiar y ésta se constituye como una de las 3 causas de deserción; las otras dos son los problemas de aprendizaje y la demanda económica que priva en los hogares y que obliga a los jóvenes a buscar ser productivos.
Toda la problemática que enfrentan los jóvenes que viven en un entorno familiar disfuncional o que son víctimas de maltrato, agrega, inciden negativamente en un 100% en el rendimiento académico, ya que aunque los estudiantes sean muy inteligentes, están ausentes y el rendimiento escolar se desvanece totalmente.Incidencia por edad y género
Los problemas emocionales o que requieren apoyo sicológico pueden presentarse a cualquier edad, sin embargo, la estadística señala que hay una prevalencia de 3 a 1 de estudiantes de secundaria contra estudiantes de primaria.
En cuestión de género, la relación es de 2 a 1 entre hombres y mujeres, siendo el sexo masculino el que presenta mayores problemas de aprendizaje y desarrollo por predisposición genética, trastorno por déficit de atención así como problemas del lenguaje.
Además, asegura Méndez Rey, el desarrollo sicológico siempre es más precoz en las niñas que en los niños aunque sean de la misma edad.
La importancia de la atención oportuna
Cualquier problema emocional que tengan los jóvenes debe ser atendido, dice la entrevistada, porque de lo contrario, aunque sean muy inteligentes, estarán ausentes. Y es que la adolescencia, agrega, es la etapa más vulnerable del desarrollo, por ello es importante vigilar las personas y el medio en el que los jóvenes se desenvuelven ya que es muy común que se presente lo que se llama “grupos de iguales”, donde los jóvenes buscan cierta identificación en el aspecto corporal o intelectual y se alían emocionalmente, por lo que es necesario que padres y maestros estén alerta para que dichos grupos sean los más adecuados para los jovencitos.
Cómo enfrentar esta etapa
El deporte es el medio más sano e inteligente para encauzar la gran cantidad de energía que tienen los jóvenes de manera positiva, además de que tiene beneficios en la salud, dice la sicóloga. Esto sirve, dice, para que ellos saquen todo el cúmulo de emociones proveniente del cambio hormonal que viven.
Es importante también resaltar, apunta, que cuando un joven cursa su etapa de secundaria orientado y guiado por padres y maestros, si ya libró bien esa etapa es más fácil que siga con una orientación sana en preparatoria.
La libertad ha degenerado en libertinaje
La especialista señala que actualmente más que libertad lo que hay es libertinaje, además de que hay un alto porcentaje de familias disfuncionales y por ende poca vigilancia en los jóvenes, que en esa búsqueda de afecto y cariño caen en grupos poco adecuados para ellos.
Agrega que tener un marco de valores es importante al igual que establecer límites y atacar el exceso de permisividad que existe.
En lo referente al tiempo que los padres dedican a los hijos, dice que no es la cantidad sino la calidad de éste lo que importa, porque hay casos de “madres de tiempo completo” que descuidan la comunicación con los hijos y en contraparte hay madres que trabajan muchas horas y buscan los momentos adecuados para estar con los hijos.
“El que la mujer trabaje no es sinónimo de familia disfuncional”, asegura.
Testimonio de una adolescente: Quisiera encontrar algo para olvidar
Elisa tiene 14 años y cursa el tercer año de secundaria. Ella, como cientos de jóvenes es hija de padres divorciados lo que le ha dejado secuelas emocionales porque la separación no fue amistosa. Dice que vive con su madre y tienen una buena relación pero a veces, quisiera que tuviera más tiempo para ella porque la mayor parte del día la pasa trabajando. A su padre, casi no lo ve y su relación es un constante sube y baja de pleitos y reclamos. La escuela “va bien”, señala, pero el día a día es difícil.
A veces, dice en voz baja, se siente mal y quisiera “encontrar algo que le ayude a olvidar” que antes tenía una familia. Los ojos se le tornan acuosos y desvía la mirada y la plática hacia otro punto; habla de sus amigas y las similitudes que tiene con ellas así como de la necesidad común de entender lo que pasa en el “mundo de los adultos”.

http://eldiariodechihuahua.mx/notas.php?f=2012/04/08&id=2c38ffcb9fcc8bc0ef20426ab32090d5