Kiefer Sutherland: «Si te metes conmigo te meto el dedo en el ojo»

Domingo, 11 de Marzo, 2012

El actor defiende en «Touch» (estreno en Fox el día 22) que «cualquier acción trivial puede tener un efecto profundo»

El actor estadounidense Kiefer Sutherland firma autógrafos este sábado a la salida de un cine madrileño

Con gafas y chaqueta, Kiefer Sutherland (Londres, 1966) se parece poco a Jack Bauer, personaje al que debe gran parte de su fama, un Globo de Oro y un Grammy después de ocho temporadas en «24». Al actor, sin embargo, no le molesta hablar de un papel con el que ha estado más minutos delante de la cámara que en el resto de su filmografía completa. Sutherland pasó por Madrid de forma fugaz, derrochó amabilidad —definitivamente, Bauer ha muerto, hasta que el cine lo resucite el año que viene— y se fue como una exhalación, si es que alguien sabe lo que significa tal cosa.

El próximo 22 de marzo, Sutherland regresa a la tele con «Touch», serie que Fox estrena en España el mismo día que en Estados Unidos. En ella se cuenta la historia de un niño autista de once años (David Mazouz), un mago de los números con la capacidad de relacionar acontecimientos en apariencia independientes. No es casualidad que el creador del invento sea Tim Kring, padre de «Héroes».

El chico es criado por Kiefer tras quedarse huérfano de madre el fatídico 11-S, aunque la serie no habla del ataque terrorista. «Es solo un punto de referencia», explica. «Yo soy un padre soltero porque mi esposa murió en una de las torres gemelas». «Fue un día terrible. Recuerdo que estaba filmando "24" y alguien me llamó para contármelo. Hay una imagen que tengo grabada, la de una mujer y un hombre que estaban en uno de los pisos de arriba, atrapados. Consiguieron salir a la cornisa, pero tuvieron que decidir si morir quemados o saltar. Se cogieron de la mano y se dejaron caer. Es de las cosas más tristes que he visto en mi vida».

Como padre con problemas, Sutherland ve parecidos entre su vida y su personaje. «Él ha perdido el ideal de tener una relación normal con su hijo. No puede llevarlo a un partido, arroparlo por la noche, llevarlo de la mano al colegio. Es algo muy triste, pero cada día se levanta con esperanza e intenta que la relación entre ambos sea algo mejor». «En mi caso», explica el actor, «estuve nueve años con "24", desde que mi hija mayor estaba en quinto hasta que se licenció en la universidad. Es mucho tiempo. Ahora tengo dos hijas y dos nietos: perderme tantas cosas me rompió el corazón y me hizo saber cómo interpretar el papel».

Con riesgo evidente de quedar encasillado en televisión tras una carrera intensa en el cine (de «Cuenta conmigo» a «Melancolía», de Lars von Triers), asegura que cuando le hablaron de otra serie dijo que no le interesaba. «Pero vi que era de Tim Kring y por respeto a él y a uno de los productores, que es amigo mío, leí el guión. En la página 32 sabía que tenía que hacerla, que si llegaba sepriembre y la veía en la tele sin ser yo el protagonista me sentiría muy decepcionado». «Ahora hemos acabado la primera temporada, después de ocho meses, y estoy en ese momento de nervios esperando que el bebé guste y la gente lo trate bien», añade.

Efecto mariposa

La historia parte de la idea de que todo está relacionado, incluso sucesos muy lejanos, algo que entusiasmó a Sutherland desde el principio. «Lo que hacemos con nuestra vida tiene importancia, a veces no a mi alrededor, sino a 10.000 kilómetros». Cuando los periodistas le reclaman ejemplos, se lanza en tromba: « Vosotros habéis tenido que perder una hora de vuestro sábado para venir a trabajar y eso tiene un impacto en vuestras familias». Ante la insatisfacción general, prosigue: «Hay un búfalo en el desierto en África. Le pica una abeja en el culo y provoca una estampida. Eso crea una nube de polvo que sube a la atmósfera, que a su vez origina una tormenta lenta que atraviesa el continente y finalmente el Atlántico. Después se mezcla con otro frente frío y presiones que vienen del golfo que provocan un huracán en Nueva York en el que mueren cuatro personas».

Con su pequeño auditorio dividido, Kiefer Sutherland remata su tesis: «Yo también me río, pero en la serie lo que vemos son las cosas que pasan antes del resultado final, a veces por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Todo lo que hacemos tiene un efecto que al final puede llegar a alguien muy lejano. Eso puede volverte loco. A veces una decisión trivial, como coger un ascensor u otro puede tener un efecto profundo sobre alguien. Si lo piensas, te quedas paralizado. No puedes hacerlo cada día, pero sí creo que todos creamos causas y efectos y casi siempre parece algo inocuo. Es lo fascinante de esta serie».

Mourinho y Guardiola

Y ante la pregunta de si la serie tiene algún mensaje, a Sutherland le salen de dentro a la vez Mourinho y Guardiola (que quizás sí son iguales): «Yo soy tan cínico como el que más. Si te metes conmigo te meto el dedo en el ojo, pero creo que hay esperanza. Debemos centrarnos en lo que nos une. Parece cursi, pero en la serie se dice de una forma tan brillante que incluso una persona como yo lo puede aceptar».

http://www.abcdesevilla.es/20120310/tv-series/abci-kiefer-sutherland-touch-201203102004.html