CUSTODIA PATERNA: Custodia compartida para conmemorar el Día de la Mujer Trabajadora

sábado, 10 de marzo de 2012

Custodia compartida para conmemorar el Día de la Mujer Trabajadora

Sábado, 10 de Marzo, 2012

Para algunas mujeres la custodia compartida sería el mejor regalo que podrían recibir para conmemorar el Día de la Mujer… ¡pero no todos los hombres piensan igual!

Ayer iba en el coche con una amiga, corriendo por las calles de nuestra ciudad después de haber terminado un proyecto de trabajo para ver si lográbamos llegar a tiempo a buscar a sus hijos a la salida de clase. Había intentado organizar sin éxito a alguna de sus vecinas para que le hiciesen el favor de irlos a buscar a la puerta del colegio, previendo que algunos contratiempos en nuestro trabajo harían que llegásemos retrasadas a por ellos. Pero lamentablemente, aquellas que siempre ofrecen una mano amiga, conscientes de las dificultades de criar a un niño sola en el día a día, ayer estaban ilocalizables…precisamente cuando mi amiga más las necesitaba.
En esta carrera contrarreloj, agobiadas por no hacer sentir a los hijos que se les tiene hasta las tantas en el colegio y por no recibir la reprimenda de unas cuidadoras que también tienen derecho de salir puntuales de su trabajo, de repente, mi amiga rompió el tenso silencio del que se apresura sabiendo que por más que lo haga va a llegar irremediablemente tarde y me espetó con contenida impotencia: “…y lo que más rabia me da, es que soy yo la única que pasa por esto, que ni siquiera le puedo llamar (al padre de los niños) para que vaya él.” A lo que yo le respondí, “y mientras tanto, hay padres haciendo huelga de hambre por llegar a tener la posibilidad de implicarse y entregarse más.” Ninguna de las dos entendemos a esas mujeres que limitan el contacto, puesto que pensamos que para hacer eso tendría que probarse que el padre no tiene la capacidad de cuidar de los niños. Del mismo modo, nos es incomprensible el que haya padres que con tanto descaro relegan a sus propios hijos a un segundo lugar, sin la más mínima voluntad de tomar conciencia con el daño que están causando.
Y es que mi amiga es una de esas mujeres, que ya hace tiempo que no son pocas, que se moriría por poder compartir la custodia de sus hijos de manera igualitaria con su exmarido. Una de esas madres que reconoce en sus hijos la necesidad de estar con su padre. Una de esas trabajadoras que experimenta en el día a día la necesidad de repartir la responsabilidad del cuidado cotidiano de los niños. Es una mujer super amorosa con sus hijos, educadora a conciencia, divertida y orgullosa de ser madre, que no tienen ningún problema en disfrutar a tope cada fin de semana alterno que los niños pasan con su ex marido, puesto que tanto necesitan los niños a su padre, como ella necesita un respiro y un cargar las baterías.
Y mientras mi amiga sigue soñando con un padre que se implique y que integre a sus hijos en lo cotidiano, muchísimos hombres y mujeres siguen sufriendo por no poder compartir la crianza de sus hijos. Padres y madres en toda nuestra geografía nacional hacen huelgas de hambre para hacer palpable la necesidad de un cambio de mentalidad y de legislación.
Son muchas las familias rotas tras una ruptura las que están teniendo serias dificultades por no poder aplicar en la práctica una custodia compartida y que sufren por el exceso o el defecto de una responsabilidad parental compartida. Unos por no poder pasar tiempo con sus hijos como consecuencia de una madre que se opone y una justicia que se lo permite. Otras, porque por más que suplican por ello, sus peticionas chocan contra un muro que no conoce más que ser el “papi guay” en fines de semana alternos. Sin olvidar a todos esos niños y niñas cuya voz queda sofocada en medio de una inmadura batalla entre adultos.
Mi amiga sería un “lujo de expareja” para todos aquellos hombres que se mueren por tener una custodia compartida. Sin embargo, le ha tocado uno de un grupo de hombres bastante extenso, cuya definición de ser padre se reduce a “cumplir con el régimen mínimo de visitas”, uno de esos que antepone su persona antes que a sus hijos, uno de esos que no sabe lo que es tener que organizarse todos los días luchando contrarreloj para cumplir con todas las exigencias que impone el ser madre/padre y el tener un trabajo que cumplir.
Indudablemente, el Día de la Mujer Trabajadora es una excelente oportunidad para toda mujer separada con hijos a su cargo para reivindicar la custodia compartida. Para todos aquellos padres que no se implican, este día podría ser una buena excusa para que vuelvan a pensar en el papel y en el tipo de relación que pretenden tener en la vida de sus hijos y para que reflexionen acerca del privilegio del que gozan por tener a una madre predispuesta a compartir, mientras otros tienen que llegar a extremos como una huelga de hambre para poder estar junto con sus hijos o como mínimo verles de vez en cuando.
Teguise Garcia Mederos
Directora, La Ruptura